Universo Simpson: ascenso y caída de Sideshow Bob (1)

Uno de los personajes recurrentes de Los Simpson que más me gusta es Sideshow” Bob, traducido en España correctamente como “Actor secundario” Bob[1]. Aunque a veces se refieren a él con una especie de variante de la voz original que pronuncian “Seichou” o algo parecido. Su nombre completo es Robert Underdunk Terwilliger, Jr (Bob Terwilliger), y como sabéis era el ayudante de Krusty el Payaso en su programa televisivo, en el que le daba la réplica con un silbato.

En la versión original norteamericana está doblado por Kelsey Grammer, al que conoceréis por interpretar al Dr. Frasier Krane en Cheers, y más tarde por protagonizar su propio spin-off. Para nuestra suerte, en España es Antonio Esquivias, doblador habitual de Grammer, quien le pone la voz.

En la serie, ha protagonizado un total de 11 episodios hasta el momento, desde la primera temporada hasta la 21. Vamos a repasar sus apariciones a lo largo de dos artículos. Como son episodios ya emitidos más de una vez, reseñaré el argumento hasta su conclusión, así que no os quejéis de spoilers.

Krusty entra en chirona

  • Episodio: 01×12

La primera temporada de Los Simpson es lo que se conoce como una midseason. Es decir, no se estrenó en septiembre como las series regulares, sino que lo hizo en mitad de la temporada (en su caso, en diciembre). Por esta razón, frente a los 24 episodios de media que tiene una serie regular, esta primera temporada simpsoniana tiene sólo 13 capítulos. Krusty entra en chirona es por tanto el penúltimo episodio.

En el capítulo, Homer se encuentra en el Badulake cuando es testigo de un atraco al establecimiento por parte de un payaso enmascarado. Como testigo, Homer identifica a Krusty como autor de los hechos y éste es condenado a prisión. El actor secundario Bob sustituye a Krusty en el programa, dándole un giro radical. Para empezar, como comparsa de Krusty, Bob no podía decir palabra alguna y se limitaba a asistir al bufón y ser víctima de sus frecuentes humillaciones. Como conductor del show, Bob toma un nuevo rol y orienta el espacio a un formato más cultural. Bart, que es invitado al espectáculo, da con la clave de la inocencia de Krusty al recordar que el payaso tiene pies de tamaño normal a pesar de sus zapatones, frente a Sideshow Bob, que posee unos pies descomunales (Homer había pisado al atracador en un pie justo antes de que sacase el arma).

El falso Krusty atracando el Badulaque

No sabe que dejó pistas sobre su identidad

Estamos no sólo ante la primera aparición del personaje de Bob sino de la primera vez que vemos el programa de Krusty con más detenimiento. Por supuesto, este debut marcaría la evolución del actor secundario, ya que será un fuera de la ley durante toda la serie.

El viudo negro

  • Episodio: 03×21

Tras estar ausente durante toda la segunda temporada, Sideshow Bob regresa en este capítulo. Selma ha estado carteándose con un recluso y ha iniciado una relación con él, pues acaba de ser puesto en libertad. Como sabéis, Selma ha tenido varias parejas a lo largo de la serie, ninguna de ellas estable. Cuando Selma les presenta a los Simpson a su novio en una cena para la ocasión, éste resulta ser Bob Terwilliger. Bart será el único que desconfíe de Bob a pesar de que parece que ha cambiado como persona. Y en efecto, el instinto de Bart no le traiciona, pues deduce que Bob pretende asesinar a su esposa durante la luna de miel dejando el gas abierto para que Selma provoque una explosión cuando se encienda un cigarro tras ver McGyver (Selma perdió el olfato de pequeña y no notaría que la habitación está cargada de gas).

Los tortolitos

«…y creo que lo estropearé todo cuando te diga al oído ‘Te he mataaaadoooo’ «

Como en el anterior episodio, las deducciones de Bart son bastante ingeniosas. No voy a hacer un ránking con mi orden de preferencia, pero en general las primeras historias me gustan más. Con el paso del tiempo, las tramas se vuelven más rocambolescas en consonancia con el tono de la serie.

El cabo del terror

  • Episodio: 05×02

Tras haber vuelto a la cárcel por culpa de Bart, el actor secundario Bob se ha obsesionado con el niño, y le envía cartas escritas con su propia sangre amenazándole de muerte. En la vista para su libertad condicional el jurado le concede la excarcelación, porque total ¿quién no ha querido matar a Selma? ¡Hasta su hermana Patty!

Con Bob en libertad y ante la amenaza que supone, el F.B.I. incluye a los Simpson en un programa de protección de testigos y les manda a vivir al Lago del Terror bajo una nueva identidad, la de los Thompson. Sin embargo, Sideshow Bob les sigue a su nuevo hogar, una casa-barco, y por la noche corta las amarras del barco, dejándolo a la deriva, y maniata a toda la familia. Bart logra sobrevivir apelando a la vanidad de Bob, quien accede a cantarle la ópera H.M.S. Pinafore. Esto le da a Bart tiempo suficiente para que el barco llegue a territorio de Springfield.

De Niro

Fumando espero…

Un episodio muy divertido especialmente por las películas que parodia (La noche del cazador y El cabo del miedo). Encontramos también algunas de las constantes de estos episodios: la obsesión de Bob por matar a Bart, y el punto débil del actor secundario, su vanidad.

El actor secundario Bob vuelve a las andadas

  • Episodio: 06×05

Esta vez, Sideshow Bob regresó a la siguiente temporada, señal de que su popularidad estaba aumentando. Desde la cárcel, Bob llama a un programa de radio presentado por Birtch Barlow, un equivalente a Jiménez Losantos. Barlow se solidariza con Bob por su injusto ingreso en prisión y comienza una campaña mediática para conseguir la excarcelación del asesino frustrado.

Una vez fuera, encabeza las listas del Partido Rebublicano para las elecciones a alcalde de Springfield, obteniendo una aplastante mayoría. Ahora al mando, pretende arruinar la vida de los Simpson y deshauciarlos. Una vez más, es la astucia de Bart y Lisa la que salva el día, al descubir que las elecciones estuvieron amañadas, y lograr una confesión durante el juicio apelando a la vanidad del actor.

Oyente indignado

Qué es eso de intento de asesinato? Conceden el Nobel por intento de química?

En este caso, la serie se adentra en el terreno de la sátira política de una forma bastante solvente. El episodio molestó a parte del Partido Republicano, pero en general tuvo buena recepción de crítica. No faltan los referentes al escándalo del Watergate y los informadores no tan anónimos.

El último resplandor del actor secundario Bob

  • Episodio: 07×09

Bob consigue fugarse otra vez de la cárcel (estaba en una prisión de mínima seguridad) y se hace con una bomba atómica al colarse en las instalaciones del ejército durante una exhibición aérea. Amenaza con detonarla a no ser que los canales de televisión cancelen sus emisiones. Los afectados acceden, pero Bart y Lisa encuentran a Bob, quien detona la bomba sólo para comprobar que… ¡había caducado! Con todo, Bob consigue escapar llevándose a Bart de rehén y a bordo de un avión histórico se dirige al desierto, donde Krusty el payaso está usando el sistema de emisión de emergencia para improvisar un show televisivo y hacerse con el 100% de la audiencia. El plan de Bob fracasa ya que el avión vuela a baja velocidad y el impacto sólo consigue derribar el aeroplano.

Old Style

Soy un nostálgico, jajajaja

Los planes de Bob se van haciendo más y más rocambolescos. Dentro de las constantes de estos episodios, es la inteligencia de Lisa la que salva el día. Es la joven Simpson quien deduce dónde se encuentra Bob y consigue avisar a la policía para que venga a detenerlo.


Hasta aquí nuestra primera parte sobre los episodios del Actor Secundario Bob. En un próximo artículo, repasaremos los 6 que quedan.


[1] En Hispanoámerica, este personaje se conoce como Bob Patiño.

Sobre el cierre de los canales de TDT, pero bien contado

Ya sabéis que el próximo martes 6 de mayo dejan de emitir nada menos que 9 canales de la TDT. La lista completa de cadenas que dejaremos de ver es:

  • Nitro, Xlora y La Sexta 3 (grupo Atresmedia)
  • La 7 y Nueve (grupo Mediaset)
  • AXN y la antigua Marca TV (Unidad Editorial)
  • La antigua MTV, y la frecuencia donde Intereconomía emitía a nivel nacional, ambas convertidas en canales de teletienda (Vocento)

A pesar de los anuncios emitidos en Atresmedia, que culpa del cierre al Gobierno, y en Mediaset, mucho más truculento (ya os vale), la situación es bastante más compleja y el cierre se debe a una serie de acontecimientos y no a única causa. Al menos el anuncio de Mediaset se acerca un poco más a la verdad con aquello de “entre todos las mataron”.

Nitro

Del cierre de Nitro no se han quejado tanto

Las frecuencias en la TDT y los Múltiplex

Lo primero que hay que saber para entender todo este asunto es que la TDT, por muy digital que sea, se propaga por ondas hertzianas al igual que lo hacía la televisión analógica, la radio FM y demás. Las diferencias son dos. La primera, que utiliza un rango de frecuencias distinto al de su predecesora analógica: son frecuencias más altas.

La segunda y más importante es que la señal de los canales está comprimida y codificada en ceros y unos (0 y 1), y que en una misma frecuencia se pueden transmitir las señales de cuatro canales de TV o radio (salvo los canales en Full HD, que ocupan más ancho de banda). Por esa razón, cuando sintonizamos los canales en nuestra televisión, nos aparecen de cuatro en cuatro, y evidentemente agrupados siempre en los mismos bloques: los de RTVE, Antena 3 con Neox y Nova, etcétera.

El espectro radioeléctrico se considera un bien escaso y su uso está regulado en todos los países, ya sea a través del Estado, como en el caso de España y otros países europeos, o bien mediante instituciones como la FCC (Federal Communications Commision, Comisión Federal de Comunicaciones) en EE.UU.

Los motivos del cierre

Ya hemos dicho que es el Estado el que regula el espacio radioeléctrico, y por tanto es quien adjudica las frecuencias de TV a los nuevos canales, públicos o privados. Con el apagón analógico, el anterior Ejecutivo fue especialmente generoso a la hora de conceder nuevos canales a los diferentes grupos de comunicación, posiblemente con la idea de que la TDT despegase y se viese cumplida la promesa de ofrecer al ciudadano una amplia oferta televisiva.

El problema vino al aprobarse la Ley General de Comunicación Audiovisual (Ley 7/2010 del 31 de Marzo). Con ella se trasponía una directiva comunitaria en materia de Comunicación Audiovisual a la legislación española y se unificaba y actualizaba la normativa al respecto. Y entre otras cosas, esa ley obligaba a sacar a concurso las concesiones de frecuencia. Por esa razón, una sentencia del Tribunal Supremo de diciembre de 2012 anulaba las concesiones que había hecho el Gobierno de Zapatero en julio de 2010 sin realizar los trámites pertinentes.

Ahora viene la segunda parte del problema, de la que tiene culpa el actual Ejecutivo. La sentencia no obligaba a cerrar los canales adjudicados «a dedo», sino que exigía que se realizase un concurso público como establecía la Ley 7/2010. ¿Por qué el Gobierno de Rajoy no convocó ese concurso? Por el dividendo digital.

El dividendo digital consiste en la asignación de frecuencias, hasta ahora reservadas para la emisión de la TDT, a servicios de telefonía móvil, en concreto para la implantación de la 4G. La razón es que la banda de los 800Mhz ofrece mayor alcance y calidad con menor inversión que utilizando los rangos de 1.800 y 2.600Mhz que utilizan actualmente los operadores que ofrecen este servicio. (Básicamente, las frecuencias más bajas tienen mayor alcance).

Como unos lo hicieron mal y los otros no están haciendo nada por solucionarlo, al final el Supremo ha instado al cierre de los canales, y claro, ahora vienen los lloros. En cuanto al tema del dividendo digital, sigue coleando, y ya veremos cómo se soluciona finalmente. La asignación de frecuencias de TDT para servicios de telefonía puede afectar a la calidad de las emisiones e incluso a los formatos de Alta Definición.

La Siete y La Nueve

Otros dos con un cierre discreto

Qué canales cierran y por qué

Uno de los mayores motivos de queja por parte de los espectadores es el cierre de canales temáticos como La Sexta 3, dedicado al cine, o Xplora, especializado en documentales y factual (aunque finalmente Xplora continuará sus emisiones a través de Internet). En cambio, nadie ha dicho nada sobre La Siete y Nueve, que son cadenas de marujas.

¿Cuáles han sido los criterios para cerrar esos canales en concreto? Unidad Editorial y Vocento lo han tenido fácil. AXN era un canal de pago que seguirá emitiendo en otras plataformas (ONO, Imagenio…). En cuanto a Marca TV, MTV e Intereconomía, ya habían dejado de emitir por motivos económicos y sus frecuencias estaban ocupadas por teletiendas. Sólo Intereconomía sigue en funcionamiento, pero es en otras frecuencias y no a nivel nacional.

Nos centraremos por tanto en los dos canales de Mediaset y los tres de Atresmedia. Lo primero que debemos tener en cuenta es que en el momento de adjudicar los canales (julio de 2010) la fusión entre Antena 3 y La Sexta no se había hecho efectiva (la de Mediaset entre Telecinco y Cuatro sí), por lo que la sanción afecta a dos canales de La Sexta y uno de Antena3.

La información que he podido leer en los artículos de estos días no es muy clara a la hora de explicar por qué cierran estos canales en concreto. La noticia de El País da a entender que los grupos multimedia han podido elegir qué canales cerrar, aunque yo no lo tengo muy claro. Mi teoría inicial era que debían cerrar las frecuencias otorgadas en julio de 2010. Esto podría explicar por qué La Sexta cierra sus dos canales y Antena 3 se desprende de Nitro, canal que obtuvo con posterioridad a Neox y Nova, pero no explica por qué Mediaset prescinde de La Siete y Nueve. Por tanto, parece que los grupos han podido elegir.

¿Qué canales cerrar y por qué? En primer lugar, hay cuatro canales «titulares»: Antena 3, Cuatro, Telecinco y La Sexta. Son los buques insignia de los dos grandes grupos de comunicación y no tiene sentido su cierre, por mucho que los tuitstars de turno arremetan contra ellos. Eso sería como si Nike, pudiendo elegir, cerrase su sede central en Oregón en vez de uno de sus talleres en Asia. Seamos serios.

La rentabilidad no parece ser un factor decisivo, ya que los dos grandes grupos venden su publicidad al peso. Los intermedios se producen en varios canales a la vez y se vende al anunciante la audiencia global de todo el grupo y no de un canal en concreto. Parece que cada competidor ha tomado u a estrategia diferente. Mientras que Atresmedia se ha deshecho de canales temáticos con programación diferenciada (el cine de La Sexta 3 y los documentales de Xplora), Mediaset ha optado por quitar de en medio canales dedicados fundamentalmente a la multidifusión, y ha dejado otros como Energy o Divinity. Veremos cuál de las dos estrategias resulta mejor, aunque de momento ha quedado claro cuáles eran las preferencias del público.

Conclusiones finales

Un villano

Presunto directivo de Atresmedia maquinando el cierre de Xplora y La Sexta 3

El cierre de estos 9 canales de TDT se debe no sólo a la negligencia del anterior Gobierno de Zapatero, que adjudicó una serie de frecuencias saltándose los procedimientos que había establecido ese mismo Gobierno tan sólo unos meses antes, sino al actual Ejecutivo de Rajoy. Se ha demostrado una total falta de iniciativa en este tema, dejando que pase el tiempo sin tomar ninguna decisión, como si el problema se fuese a arreglar solo. Y no olvidemos que el dividendo digital es un asunto que aún está por solucionarse y que ya lleva retraso con respecto a la hoja de ruta inicial que se había propuesto.

En cuanto a la elección de canales a cerrar, hemos visto cómo Unidad Editorial y Vocento se han deshecho de los que ya estaban «muertos». Mediaset y Atresmedia han tomado sus decisiones. Personalmente, no me imagino un directivo de Atresmedia acariciando un gato persa y diciendo «¡Voy a dejar sin cine y documentales a la audiencia, y que los tuiteros se quejen todo lo que quieran, MUAHAHAHAHA!». No sabemos si el cierre de esos canales en concreto han sido por imperativo legal o por otras razones.

Y sí, la programación de Telecirco es muy miérder, pero es de la competencia. Si fuera por cerrar canales, me quedaba solo.

Máscaras, antifaces, avatares e identidad digital

En su artículo de esta semana, Raquel Sastre hablaba de los que trolean ocultos tras un avatar y un pseudónimo. No me di por aludido ni me lo tomé a mal porque no suelo actuar como un troll, ni en este blog ni en Twitter. Aunque a veces no me faltan ganas.

Pero efectivamente, si alguien se molestase con un comentario mío bien podría blandir la excusa de «es muy fácil criticar oculto tras un nick y un logo». Y no le faltaría razón en el fondo, porque cuando decidí abrir este blog bajo el pseudónimo de Tahúr Manco fue precisamente para tener un alter-ego. Quería un alias, entre otras cosas, para darme el lujo de actuar de forma mucho más estúpida que en la vida real. Claro qué esperaba recibir muchas más visitas de las que recibo…

El Tahúr Manco se ha convertido en lo que los teóricos de la web 2.0 llaman identidad digital. Es la forma en la que firmo muchos comentarios, el nombre con el que estoy registrado en muchas webs…

¿Es el Tahúr Manco una falsa identidad? No exactamente. El Tahúr es un poco pedante y sabelotodo, como yo. Simplemente es mi faceta más sarcástica. Nunca me lo tomé como una máscara tras la que ocultarme porque mis lectores, sobre todo al principio, eran mis amigos de toda la vida. Y cada vez que participo en el Press Start de La parada de los Monstruos, el conductor del programa David Freakman Royuela me presenta a la audiencia como «Alfredo Martínez aka Tahúr Manco» (sic.)

Así que yo seguiré blandiendo mi logo con el As de Picas (que en realidad son los 4 ases) y mi nombre de guerra Tahúr Manco. Porque Alfredo y Tahúr somos la misma persona, y si queréis más información sobre mi persona, siempre podéis consultar mi biografía.

Y llegó el final de “Cómo conocía a vuestra madre”

NOTA: esta entrada es deudora de otro artículo de 2012 en el que especulaba sobre un posible final. Aquí voy a comentar el final de la temporada con detalle, así que si aún estáis viendo la serie y no queréis tragaros spoilers a mansalva, guardad este post en favoritos o en “read it later” (ahora “pocket”) para más tarde.

Después de 9 temporadas y algunas especulaciones sobre su continuidad, la serie de la CBS How I met your mother (“Cómo conocí a vuestra madre”) ha llegado a su esperado final. Aquí en España aún se está emitiendo la última temporada, y tardaremos un par de meses en ver qué ocurre con Ted Mosby y su futura esposa.

Tras ver el doble episodio que cerró la serie (The last forever, episodios 9×23 y 9×24) me quedó un sabor agridulce, más amargo que dulce para ser sinceros. Pero después de comentarlo con otra persona y repasar mi anterior artículo, me di cuenta de que era el final que la serie se merecía. Al fin y al cabo, Cómo conocí a vuestra madre no es la historia de cómo Ted Mosby conoció a Tracy McConnell (su futura esposa y madre de sus hijos), sino la historia de amor y desamor de Ted y Robin.

Para no perderme por las ramas, voy a dar una serie de argumentos a favor y en contra del final, centrándome especialmente en la figura de Tracy y en lo que había yo había pronosticado en octubre de 2012.

A favor

  • Presentan a Tracy (“la madre”) al final de la temporada 8: en mi artículo especulativo suponía que el personaje de la madre sólo saldría al final del último capítulo de la serie. Me equivoqué por una temporada. En el capítulo que cerraba la temporada 8, podíamos ver a Tracy en el último plano del episodio. A lo largo de la temporada final, hemos podido ver cómo Tracy ha ido conociendo a todos los protagonistas de la serie, dejando a Ted Mosby para el final. También protagonizó el episodio 200 (9×16): How your mother met me, donde se resume su historia entre 2005, justo al comenzar la serie, y 2014.
  • Unen todas las piezas del puzzle de forma bastante aceptable: es precisamente en este episodio nº 200 donde vemos desde el otro punto de vista todas esas pistas que Ted ha ido dejando durante la serie. Desde el paraguas amarillo hasta la presencia de Tracy en esa primera clase que imparte Ted Mosby aunque en realidad está en el lugar equivocado. En general lo enlazan todo bastante bien, aunque seguro que si revisáis la serie capítulo por capítulo encontráis algún fallo. Por ejemplo, dejan una pista falsa cuando Ted cree ver a Tracy (sólo su tobillo) en el piso de Cindy, y cree reconocerla años más tarde en el McLaren’s, pero finalmente no es así.
  • Tracy es adorable: sencillamente eso. Toca el bajo, es amable, encantadora, se interesa por los demás y tiene aficiones raras. Además, es muy guapa. Si Tracy existiera de verdad, me casaría con ella.

 

Ted Mosby

Sí, le he robado el paraguas a mi mujer

En contra

  • Tracy es DEMASIADO adorable: el punto fuerte de Tracy juega también en su contra. A lo largo de la serie, Ted idealiza tanto a la que será su futura esposa que al final tenemos un personaje demasiado bueno. Así que puedo entender que aunque a mí me parezca adorable, otros la consideréis repelente. Lo comprendo. Claro que os tendréis que batir en duelo conmigo.
  • La historia de Tracy es muy trágica: lo que vemos en el episodio 200 es la historia demasiado dramática. Pierde a su novio el día de su cumpleaños y no es capaz de superarlo. Apenas sale al principio y después es incapaz de volver a tener pareja. Y cuando comienza a salir con alguien, le resulta imposible profundizar en la relación. A esto se le añade el episodio final, que nos desvela que Ted y Tracy sólo estuvieron 10 años juntos. Una historia demasiado cruel para un personaje tan encantador.
  • La relación entre Ted y Tracy pierde credibilidad: después de un recorrido tan largo por parte de los dos, el romance entre ellos resulta raro. Ted y Robin están jugando al ratón y al gato hasta el mismo final, y Tracy aún no ha superado del todo la muerte de su novio. Lo normal es que lo suyo hubiese sido una relación “de transición”, y no el gran romance.
Tracy McConnell

Así que me has robado el paraguas…

Pero por encima de todo, hay que aplaudir a los guionistas por tener previsto el final desde el principio de la serie, con esa conversación final entre Ted y sus dos hijos. Los planos de los niños se grabaron en su momento, pues no olvidemos que ahora tienen este aspecto:

Y es que como decía al principio, Cómo conocí a vuestra madre es la historia de Ted y Robin. Y los guionistas de la serie han sabido contarla mientras pretendían contarnos otra historia.

Aunque yo me quedo con Tracy McConnell.

La lideresa en su cortijo

El jueves merendaba con un titular que no me podía creer: “[Esperanza] Aguirre arrolla la moto de un agente de Movilidad y se da a la fuga”. Al parecer la expresidenta de la Comunidad de Madrid había sido multada por parar en un carril bus y se había marchado antes de tiempo. Poco a poco se fueron conociendo más detalles de la noticia y se supieron las peregrinas explicaciones de Aguirre sobre los hechos. Quien más quien menos habrá visto la noticia y no merece la pena entrar en detalles.

Ni que decir tiene, las redes sociales explotaron y hubo mofa en cantidad sobre el asunto. Pero eso tampoco debería sorprendernos. En cuanto alguien se pone en el punto de mira, todos se suben al carro.

A partir de ahí empezaron las tertulias y como siempre, los hubo que defendían lo indefendible. Y eso que hasta en Intereconomía sermoneaban a la señora Aguirre por creerse que podía hacer lo que le viniera en gana. Los defensores de la lideresa, con Marhuenda a la cabeza, recurrían a la falacia lógica de restar autoridad a la otra parte. Porque claro, ahora resulta que los agentes de movilidad no son nadie. Donde esté un buen Guardia Civil que se quiten el resto de cuerpos de seguridad. Ahí tienen a Tejero y a Roldán, sin ir más lejos… Y sí, he recurrido a la misma falacia lógica.

Lo que más me sorprende es la poca cabeza de Aguirre. Vale que esta mujer fue un auténtico cáncer para la política, pero en el fondo fue la más lista entre las filas del PP. Su retirada de la política no fue nada casual y por lo general ha salido airosa de todos los escándalos de corrupción que han salpicado a sus compañeros. Resulta raro que ahora, por una simple multa, haya montado la que ha montado y sus explicaciones sean tan pueriles.

Dice que ya se estaba viendo la foto en los periódicos por la multa y por eso se marchó antes de tiempo… ¿Y qué problema hay? Cometió una infracción y la pillaron. Tuvo la mala suerte de que el policía que la multó no simpatizaría con su ideología y por eso no quiso hacer la vista gorda. Pero de ahí a sumar desobediencia civil hay un trecho.

Se me ocurren dos explicaciones. La primera es que Esperanza Aguirre, tras años en la presidencia de la Comunidad, se cree que la ciudad de Madrid es su cortijo, y que puede campar por él a sus anchas, haciendo lo que le viene en gana. No es nada raro que los políticos pierdan el contacto con la realidad. La segunda es que tiene una buena razón para montar semejante pollo. Quizá llamar la atención de cara a una vuelta a la escena política, o desviar la mirada de algo peor que esté pasando.

Lo peor de todo es que seguro que ni siquiera paga la multa. Aunque total, esa multa la pagaremos nosotros.

La ciudad de los gigantes. La historia de un niño rata.

“Querido lector, ante ti tienes un cuento hecho pensando en los niños. Una historia que quiere enseñarte a valorar otras cosas distintas a las que tienes. Un cuento que quiere que conozcas cómo se vive en otros lugares. Hay otros niños que no pueden leer esta historia pero la viven; son los nómadas de las alcantarillas, también conocidos como niños rata de Ulán Bator.”

Con estas palabras, Sandra Molins Barceló nos presenta La ciudad de los gigantes, un pequeño relato ilustrado que supone su debut literario. La historia es aparentemente muy pequeñita, pero sólo aparentemente, ya que encierra una realidad mucho más grande. Noir es un niño rata de Ulán Bator (capital de Mongolia), que regresa a las alcantarillas tras haber pasado el día buscando comida. Le explica sus hazañas a su mejor amiga, la rata Iki. Así, contemplamos la realidad de la ciudad a través de los ojos del niño, para el que la dueña de una panadería es una malvada bruja, al tener una escoba, sus hijos son fantasmas al tener la cara llena de harina, y los autobuses son monstruos que devoran gente.

La rata Iki

(c) 2014 Sandra Molins

Sandra Molins, una joven autora nacida en Madrid (aunque ha pasado casi toda su vida en Alcalá de Henares), creó este relato como proyecto final del Ciclo Formativo de Diseño e Ilustración que estaba cursando. Su intención era dar a conocer la existencia de estos niños rata que se ven obligados a vivir en las alcantarillas, escondidos del mundo, y robar comida furtivamente. Una realidad menos conocida que la de otras regiones tercermundistas ya que a las instituciones oficiales no les interesa que se sepa de ella, pero no por ello es menos alarmante.

El libro está pensado para que se pueda hacer una doble lectura. Los más pequeños verán una historia más amable, y se quedarán con las aventuras de Noir. El resto veremos la cruda realidad que se esconde tras la historia, ejemplificada en la figura del protagonista.

Alcantarilla

(c) 2014 Sandra Molins

La ciudad de los gigantes es un libro de 28 páginas con un formato poco habitual. Es por esto que su publicación a través de una editorial resultaba misión imposible. Así que la autora decidió autopublicarlo a través del servicio de Amazon, única plataforma en la que podemos comprarlo. Su precio es algo menos de 8€, y es un buen regalo para niños de 8 a 10 años.

Imágenes reproducidas con permiso de la autora

Datos bibliográficos

  • Título: La ciudad de los gigantes
  • Autor: Sandra Molins Barceló
  • Formato: tapa blanda, 28 páginas.
  • Editor: CreateSpace Independent Publishing Platorm
  • Edición: 1ª (1 de febrero de 2014)
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 1494939223
  • ISBN-13: 978-1494939229

Robocop: la trilogía

Con motivo del reciente estreno del remake de Robocop, he querido hacer un repaso de la película original de 1987 y de las dos secuelas que hubo en los años 1990 y 1993. Por desgracia, los vídeos que quería poner, y que podían verse en en algunas de mis entradas anteriores (1 y 2) ya no estaban disponibles por motivos de copyright. Entiendo que al haber pasado más de 20 años desde la última entrega, no tiene sentido morderse la lengua por el tema de los spoilers y era mejor poder comentar con detalle algunos aspectos. Como siempre, vuestras opiniones, correcciones, dudas, etcétera, son bienvenidas en los comentarios.

Robocop (1987)

  • Dirección: Paul Verhoeven
  • Guión: Edwar Neumeier y Michael Miner
  • Música: Basil Poledouris
  • Productora: Orion Pictures
  • Intérpretes: Peter Weller (Alex Murphy/Robocop), Nancy Allen (Anne Lewis), Dan O’Herlihy (Presidente OCP), Ronny Cox (Dick Jones), Kurtwoos Smith (Clarence J. Bodicker), Miguel Ferrer (Bob Morton), Felton Perry (Donald Johnson)

En un futuro no muy lejano, la ciudad de Detroit está sumida en la crisis financiera y la delincuencia es un problema que desborda a la policía. Vamos, como Detroit en la actualidad. La corporación OCP (Omni Consumer Products) planea construir un nuevo barrio en el viejo Detroit bautizado com Ciudad Delta. Además, ha firmado acuerdos con la policía y tiene en desarrollo varios proyectos de alta tecnología para ayudar a las fuerzas del orden en la erradicación del crimen. Uno de estos proyectos es RoboCop, un cyborg mitad hombre mitad máquina. Bajo la armadura de metal se esconde Alex Murphy, un policía recién trasladado de distrito por la OCP y que ha sido brutalmente asesinado por la banda de Clarence Bodicker. Como miembro de la policía, el cuerpo de Murphy es legalmente propiedad de la OCP. Aunque la compañía ha borrado la memoria de Murphy y en su lugar han implantado las directrices del programa, los recuerdos del policía no tardarán en aflorar…

Robocop fue el debut en Hollywood del holandés Paul Verhoeven (Desafío total, Starship Troopers), que ya contaba con una dilatada carrera en su país natal y dos años antes había estrenado su primer largo rodado en inglés, Los señores del acero. Detrás de la violencia extrema que roza la comedia negra (cómo olvidar la brutal muerte de un ejecutivo de la OCP durante la demostración del ED-209, una de las muertes más estúpidas del cine) nos encontramos con una mordaz crítica sobre la sociedad consumista norteamericana y un futuro que resulta clarividente.

Robocop

(c) Orion Pictures / MGM

Porque el trasfondo de Robocop tiene mucha miga. Una gigantesca corporación, especializada en mercados de alto riesgo (esploración espacial, defensa militar, cárceles…) ha firmado un convenio con la ciudad. Esto supone la privatización de un servicio público esencial como el de la policía, que ya es todo un negocio: el programa ED-209, tras patrullar por las calles del viejo Detroit, se vendería a los ejércitos de todo el mundo. A cambio de ayudar a la sobrepasada policía, la OCP podrá construir Ciudad Delta, que también estará bajo su administración. Todo un pelotazo urbanístico (y antidemocrático), no sólo por el negocio inmobiliario sino por los negocios añadidos (e ilegales) que conlleva, como le explica Dick Jones a Bodicker en una escena de la película.

El uso de spots televisivos era una marca de la casa de Verhoeven. Destaca el anuncio del SUX 6000 y esa parodia de “la tradición americana”. Además, las ráfagas de noticias ayudan a contextualizar la película para darnos cuenta del tipo de futuro en el que nos encontramos. Un futuro que se ha hecho realidad en gran medida: crisis económica (Detroit está literalmente en la ruina), privatización de servicios públicos…

Lo cierto es que el diseño de Robocop ha aguantado muy bien el paso del tiempo, y a día de hoy resulta todo un icono. Robocop se ha ganado un puesto de honor en el imaginario fantástico de finales del siglo XX. La cinta está llena de imágenes que son todo un clásico, como la detención de los delincuentes que pretenden violar a una mujer, la caída por las escaleras del ED-209, y un largo etcétera.

Robocop 2 (1990)

  • Dirección: Irvin Keshner
  • Guión: Frank Miller y Walon Green, basado en una historia de Frank Miller y en los personajes de Edwar Neumeier y Michael Miner
  • Música: Leonard Rosenman
  • Productora: Orion Pictures
  • Intérpretes: Peter Weller (Alex Murphy/Robocop), Nancy Allen (Anne Lewis), Dan O’Herlihy (Presidente OCP), Belinda Bauer (Dr. Juliette Faxx), Tom Noonan (Cain), Gabriel Damon (Hob), Felton Perry (Donald Johnson)

Ante el éxito de la primera parte, es normal que Orion Pictures quisiera explotar el filón. De hecho, Robocop parece de por sí un personaje de cómic, un superhéroe destinado a protagonizar una película tras otra. A pesar de no contar con Verhoeven en la dirección (a la sazón ocupado en Desafío Total), las expectativas eran muy altas, ya que su sustituto era Irvin Keshner (El imperio contraataca), y el guión corría a cargo de Frank Miller.

Sin embargo, los problemas empezaron precisamente en el guión. El primer borrador se calificó de irrealizable y hubo que reescribirlo. Miller se enfurruñó y se apartó del mundo del cine hasta que hizo Sin City junto a Robert Rodríguez. También adaptó ese primer borrador el el cómic Frank Miller’s Robocop. El borrador reescrito junto a Walon Green fue el que se rodó. Repasemos la historia:

Detroit continúa hacia su ruina económica, y por su parte la OCP prosigue con su proyecto Ciudad Delta, que dentro de poco empezará a construir. Las calles del viejo Detroit están repletas de yonkis y vandalismo callejero, en parte debido a la huelga salvaje de la policía (ya que la OPC, que es la institución que la regula, ha recortado los salarios y eliminado las pensiones). Hay una nueva droga altamente adictiva, el Nuke, cuya distribución monopoliza el narcotraficante Caín y su banda (que incluye a su novia, a un chico de unos 12 años que suelta tantas palabrotas como Eddie Murphy o Richard Pryor, y a un policía corrupto que tienen de topo). Para limpiar las calles, la OCP está desarrollando un nuevo prototipo de Robocop. En el colmo de la originalidad, este nuevo proyecto se llama Robocop 2, que además tendrá un sistema de comandos con interfaz Mac-OS, en vez de la de MS-DOS del primer prototipo (para que se vea que es más moderno… y que Apple es el mal). Pero no logran dar con el candidato adecuado. Por su parte, el primer Robocop, ahora de color azulado como se pensó para la primera entrega, se resiste a desprenderse de los recuerdos de su vida anterior.

Robocop 2

(c) Orion Pictures / MGM

A pesar de la ausencia de Verhoeven, la cinta mantiene algunas señas de su predecesora, como el uso de anuncios en clave satírica y de bloques de noticias que nos dan pistas sobre lo que está ocurriendo. Por ejemplo, el ED-209 es un modelo que se ha vendido a varias ciudades pero ocasiona demasiadas molestias, de ahí que se busque una alternativa. También hay abundantes dosis de violencia y humor negro, aunque no tienen el toque que le dio el director holandés.

Así, el alcalde de Detroit (interpretado por Willard E. Pugh) resulta un bufón estereotipado al que es imposible tomar en serio cuando la historia lo requiere. Igualmente lamentables resultan los momentos en los que Robocop, debido a las cientos de directrices que han añadido a su programa, es incapaz de actuar como un policía y en su lugar se dedica a dar lecciones de moral que harían sonrojar al He-Man de la serie animada de la Filmation.

El guión, por su parte, tiene un serio problema de ritmo. La trama en la que Robocop renuncia definitivamente a su identidad humana, aparte de que no me resulta creíble, se resuelve en el prime acto, cuando habría sido mucho más interesante mantenerla hasta el clímax de la cinta. Y la parte en la que Robocop se convierte en un instrumento de relaciones públicas, aunque está justificada por el guión para que así haya motivos para desarrollar el Robocop 2, detiene la acción, y durante un buen rato dejamos de lado a Caín y su imperio del Nuke.

Por último, los personajes están demasiado salidos de madre, claro que siendo Frank Miller el guionista no es de extrañar. Tenemos a un Macaulay Culkin con la frialdad de un psicópata y que no para de soltar tacos, hasta su presunta redención cuando es masacrado por Robocop 2. La Dra. Juliette Faxx, impulsora del proyecto Robocop 2, es una villana de opereta a la que sólo le falta acariciar un gato persa o remover un caldero, y que para colmo es una mala puta que ha llegado a donde está acostándose con el presidente de la OCP. En la primera parte, Bob Thorton (desarrollador del programa Robocop), es un ejecutivo trepa que sabe aprovechar el momento, y que al principio hasta nos cae simpático. Por último, el presidente de la OCP, el old man, ha pasado de ser un tipo moralmente ambiguo pero simpático a convertirse en un hombre sin escrúpulos. Lo mismo ocurre con Donald Johnson, que en Robocop era el amiguete majete de Bob Thorton y ahora es uno de los Vicepresidentes de la OCP con las mismas malas pulgas que Dick Jones.

El éxito de Robocop 2 en la taquilla norteamericana fue moderado, recaudando 15 millones de dólares en su primer fin de semana, menos de la mitad de su presupuesto, que fue de 35 millones. Con todo, sólo en Estados Unidos fue capaz de recuperar la inversión, lo que sumado a las ventas en vídeo hizo que Orion Pictures se embarcase en una tercera parte.

Robocop 3 (1993)

  • Dirección: Fred Dekker
  • Guión: Frank Miller y Fred Dekker, basado en una historia de Frank Miller y en los personajes de Edwar Neumeier y Michael Miner
  • Música: Basil Poledouris
  • Productora: Orion Pictures
  • Intérpretes: Robert Burke (Alex Murphy/Robocop), Nancy Allen (Anne Lewis), Bruce Locke (Otomo), Remy Ryan (Nikko Halloran), John Castle (Paul McDaggett), Jill Hennesy (Dra. Marie Lazarus), Felton Perry (Donald Johnson)

La última secuela de la franquicia (ya que los títulos de Robocop 4 y sucesivos son en realidad episodios de la serie) vio reducido su presupuesto con respecto a su predecesora, y eso se nota en el resultado. Se trata además de una cinta “más familiar” dentro de lo que cabe, pues se buscaba conectar con un público más amplio, y su calificación en los USA fue un PG-13 frente a la R de las dos primeras. Como colofón, Peter Weller, que ya había mostrado su descontento durante el rodaje de la segunda parte, finalmente no pudo participar en la tercera ya que el rodaje le coincidía con el de El almuerzo desnudo, en el que estaba participando.

Robocop 3 trancurre 5 años después de los hechos acontecidos en la segunda entrega. El proyecto Delta City había quedado en stand by debido a los problemas generados por el enfrentamiento de los dos colosos al final de la cinta anterior. Los costes de la batalla han llevado a la OCP al borde de la bancarrota, y sólo la absorción por parte de la nipona Kanemitsu ha conseguido evitarlo. Con un nuevo respaldo para hacer realidad el proyecto, la OCP ha creado el cuerpo paramilitar de Rehabilitadores Urbanos (Rehabs), comandados por Paul McDaggett. Pese a la imagen que ofrecen los medios de ellos, los Rehabs están deshauciando a los habitantes del barrio de Caddillacs Heights en el viejo Detroit, para poder comenzar las obras de Delta City. Nikko es una pequeña geek de apenas 10 años, que durante el desalojo de su casa pierde a sus padres y acaba bajo el cuidado de un grupo de resistencia. Durante un paseo de reconocimiento, Robocop se enfrenta a los Rehabs, aunque debido a su directriz 4 (han vuelto a programarlo con sus 4 directrices básicas) no puede atacarles. Lewis resulta herida en el efrentamiento y finalmente muere. A partir de aquí la película se convierte en la búsqueda de venganza. Por su parte, la corporación Kanemitsu ha enviado a Otomo, un misterioso negociador…

Robocop 3

(c) Orion Pictures / MGM

Miller, que volvió a encargarse del guión, rescató tanto algunas ideas descartadas de la segunda parte, por ejemplo el personaje de Nikko, como algunos de sus otros personajes, que recicló convenientemente para esta historia, siendo el ejemplo más claro el androide Otomo, basado en el Ronin del cómic. Resulta sorprendente que Miller volviese a colaborar con la franquicia teniendo en cuenta que se tuvo que rehacer el guión de Robocop 2 por inviable. Y más aún cuando estamos ante una película PG-13, más palomitera y con una violencia mucho más asumible. Ése es precisamente uno de los elementos que rechinan en esta tercera entrega. Tras dos cintas repletas de escenas de violencia en toda su crudeza, el tono de acción y aventura de esta tercera parte resulta insuficiente. Para colmo, tenemos de coprotagonista a una niña repipi fanática de los ordenadores (y de Robocop), dos ingredientes empalagosos de cualquier guión: los niños y la informática como sutitutivo de la magia.

Por otra parte, el presupuesto de esta película se había reducido con respecto a su predecesora y eso se nota en el resultado. Hay escenas de efectos especiales que cantan bastante, como los planos de Robocop volando en su reactor, o las cara de Otomo cuando se descubre que es también un robot.

Lo que no fue cuestión de presupuesto es el corto papel de Nancy Allen, quien exigió que su persojane falleciese en la primera mitad del film comon condición para encarnar a Lewis por tercera (y obviamente última) vez. Y aunque la muerte de Lewis es el leitmovit de Robocop para continuar, se podrían haber currado un poco la historia, ya que la poli rubia sufre una de las muertes más absurdas que nos podamos echar a la cara.

Por su parte, Robocop, que supuestamente se había despedido de su anterior vida, insiste en que lo llamen Murphy, aunque es un detalle sin importancia. En cuanto a la OCP, el presidente que conocíamos (the old man) se ha retirado y le ha sustituido un fantoche sin ninguna credibilidad, rodeado de directivos a la altura. Sólo permanece Donald Johnson, que ha sido ascendido (otra vez) a Vicepresidente y muestra una actitud de cretino, jugando a ser malo pero impotente y lameculos a la hora de la verdad.

La OCP intenta manipular la muerte de Anne Lewis para que la culpa recaiga en Robocop. Sin embargo, lo que podría ser una trama interesante en ningún momento llega a funcionar, y hasta los presentadores de las noticias se revelan contra semejante tergiversación como si fueran de Intereconomía. El clímax al final de la película es una batalla campal donde se resuelven todos los frentes, una forma rápida de cerrar la historia.

En resumen, esta tercera entrega terminó de destruir el personaje de Robocop tan brillantemente construido por Edward Neumeier y Michael Miner. A partir de ahí comenzó la explotación de la franquicia a través de la serie y las series animadas hasta que el remake finalmente vio luz verde.